martes, 24 de marzo de 2009

¿Y que podemos hacer?


Ha llovido tanto desde mi último post, que no se por donde comenzar, así que vayamos por orden:

- Real Madrid: Otro año mas sin ganarles, lo peor de todo es jugar un gran partido, que Agüero falle todas las ocasiones de gol del mundo, y salir con un empate. Para el año que viene me pido jugar el peor partido que jamás haya jugado el atleti en su historia (difícil de superar muchos de los vistos estos últimos años) y ganar por un gol de penalti injusto e inexistente.

- Oporto: Intento fallido de Abel de hacer una estrategia con este equipo. A ver Abel, en el equipo en el que tu jugaste se puede, en este no, porque la gente no tiene sangre, no tiene corazón, no siente el equipo, y además, lo que es peor, no puede. Pudimos haber ganado y haber pasado la eliminatoria, pero este equipo da unas pocas de cal, y montañas de arena.

- Villareal: Remontada espectacular, hoy tocaban varias paladas de arena, y un camión de cal para terminar. El equipo jugó un grandísimo partido, iba perdiendo sin merecerlo, y finálmente logró la vistoria, y salvaron el particular Everest del equipo con mucha mejor nota que en la primera vuelta.

- Mallorca: Y como consecuencia de la buena nota en estos partidos contra los poderosos, no se sabe si por exceso de euforia o realmente por la falta de calidad real, salvo destellos de un muy descentrado Agüero, un cansado Forlán y un desconcentrado (con razón por la muerte de su sobrino) Simao, el equipo no existió, y dio mucha verguenza ajena. Incapaces de hacer nada de nada mas que encajar dos goles y dar una pobre imagen.

¿Y ahora que hacemos Abel? Intentar mentalizar una plantilla que es muy irregular, y que muchos de ellos, extranjeros, no sienten lo que es este equipo, va a ser difícil, y lamentablemente a Abel solo le queda intentar acabar la temporada con ellos, y a ser posible en posición Champions. Esperemos que Abel pueda seguir, y que sepa (o lo dejen) confeccionar una buena plantilla, que como mínimo sienta los colores del equipo como propios, como aquel equipo donde jugaba Abel.

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